sábado, 2 de enero de 2010

Bitches Brew


Creía que empezaría el blog y el año hablando de cine, pero no. Mi redescubrimiento de este discazo de Miles Davis me olbliga a hacerlo de música, que al fin y al cabo es del arte que más enamorado estoy; y de jazz, que es la música que más lejos consigue llevarme.

Bitches Brew es un disco exigente. Le pide a quien lo escucha entrega, compromiso y fe. Es música con las estructuras puestas con la cabeza, pero tocada con el corazón (y con un par de huevos, todo hay que decirlo). Pero como toda obra exigente y con derecho a exigir la recompensa es inmensa.

Decodificar el entramado de texturas, de melodías que se esbozan y no terminan de aparecer, de loops de bajo, de ruptura de expectativas, de silencios y de ritmos que se suceden y se comen los unos a los otros en una atmósfera donde en ocasiones todos los músicos parecen querer hacer su solo al mismo tiempo después de que la trompeta de Miles te atraviese la carne e inyecte oídos en tu estómago. Es Stravinsky y Hendrix, es heroína y LSD, es jazz y funk, es terror y amor. Es música llevada hasta sus últimas consecuencias. Hora y media en la que tienes que olvidarte de que tienes ojos.

Hablaría del grupo de músicos que se enzarzaron en las sesiones del disco (de los que sólo conozco a Chick Corea, Wayne Shorter, John McLaughin y Dave Holland más allá de este disco) o de cómo Miles pasó en diez años de su Kind of Blue a este Bitches Brew, o cómo este e In a Silent Way, ambos lanzados el mismo año, son la cara de una misma moneda... o podría callarme y poner un enlace:

Miles Davis - Spanish Key (Parte 1)
Miles Davis - Spanish Key (Parte 2)

2 comentarios:

  1. Me parece una idea genial que empieces tu blog hablando de música y especialmente de jazz.
    Yo, por mi nulo talento musical, recibí el regalo o el castigo de verme rodeado de música y músicos toda mi vida. Entre todos ellos, los músicos de jazz fueron los que más me marcaron por sus obsesiones, su interés por empujar las fronteras de los convencionalismos y también sus rarezas.
    Y en especial los trompetistas. Este disco me interesa por su interés de abandonar los standards (que por cierto vuelven de nuevo a ser la referencia) y empujar el free jazz. Davis me sugestiona mucho pero la verdad es que yo caigo rendido siempre a Charlie Parker.
    Tiene algo único que le hace inimitable. Es totalmente oscuro y a la vez mágico. No sé, siempre lo llevo conmigo y lo escucho casi todos los días.
    Por otro lado, no sé si conocerás al pianista Keith Jarret. Si no es así, te recomiendo que lo escuches porque creo que te va a emocionar.

    Joseba.

    ResponderEliminar
  2. Soy amante de Keith Jarret, me ha acompañado las orejas muchas mañanas de autobús. A Charlie Parker lo tengo que escuchar mucho más, porque de momento no me ha tocado la fibra. Otros de mis jazzistas favoritos son Charles Mingus, Herbie Hancock, Freddie Hubbard... no sé, en realidad son muchos y van cambiando (como con todo).

    El free jazz me interesa mucho en general, porque aunque a veces los músicos se pasan de listos, se encuentran verdaderas joyas como "Out to Lunch" de Eric Dolphy o "The Shape of Jazz to Come" de Ornette Coleman.

    ResponderEliminar