lunes, 22 de febrero de 2010

Criticanción #1 Avatar

Perdonad la pésima calidad de audio. A ver si esta es sólo la primera y voy haciendo alguna criticanción más. Perdonadme también mis gallos habituales y que la guitarra suene desafinada (es puta culpa del micro, juro que la he afinado).

Corcho. - Criticanción #1 Avatar

Cuando he entrado en la sala,

Me he sentado en la butaca,

Me he colocado las gafas

Y he respirado ese olor.


He sentido que en pantalla,

Algo grande iba a pasar.

La decepción ha sido comparable

A cuando mi madre reveló ser Baltasar.


Tras los 10 primeros minutos,

De asombro y de fascinación,

El tedio se hace presente,

La estereoscopia ya no me sorprende.


Muchas formas y colores,

Mucho bosque y mucho robot,

Pero si detrás no hay nada,

Duele el precio de la entrada.


Avatar,

A mí no me la das.

12 años en producción

Y no tienes ni guión.


Cameron,

Esto es un ultraje.

Llamar a un bicho azul Neytiri

No es construir un personaje.


Una risilla nerviosa,

Se me escapa cada vez

Que el coronel Miles Quaritch

Suelta alguna de sus frases.


Todo parece un refrito,

Nada brilla con luz propia,

No me creo que un diente de león

Cambie el curso de la historia.


Disfruté con Terminator,

Me encanta Terminator 2,

Hasta Aliens el Regreso,

Eso sí que es buen cine de acción.


Pero esto no lo compro,

Sudo de los premios y de la taquilla,

Dicen que es entretenimiento,

Y yo digo que es perfidia.


Avatar,

A mí no me la das.

Nos vendiste la revolución

El 3D no hace el guión.


Cameron,

Esto es un ultraje.

A base de copy&paste

No se construye un personaje.


Me da igual que mueran,

Me da igual que ganen,

Me da igual el obvio mensaje

Medioambiental.


Todo es tan falso,

Todo es tan artificial,

Todo es tan plano

Aunque sea tridimensional.


Avatar,

A mí no me la das.

12 años en producción

Y no tienes ni guión.


Cameron,

Esto es un ultraje.

Llamar a un bicho azul Neytiri

No es construir un personaje.


domingo, 7 de febrero de 2010

Cuento tiempo

Mi prima de dos años me ha servido como excusa para acercarme a ver Tiana y el sapo. Todo un acierto. La factoría Disney ha levantado cabeza después de mucho, mucho tiempo sin hacer nada decente (unos once años, calculo) y me ha vuelto niño otra vez por hora y media en la que he disfrutado como, exacto, un enano.


En estos tiempos en los que se ensalza el realismo de las criaturas creadas por ordenador y de la inmersión que ofrece el 3D, Disney me mete en su película bidimensional y hace que me crea a sus personajes. Porque ante todo es una película Disney con todo lo que eso conlleva: Animales que hablan, canciones con rimas en infinitivo y sintaxis extrañas (debidas a la traducción a nuestro idioma), valores marca de la casa y muchos colorines. También conservan sus momentos de crueldad que pueden traumatizar a cualquier niño. Pero todo esto funciona con un buen guión (sorprendentemente fresco sin despegarse de la fórmula tradicional) y un gran apartado visual y musical (Jazz de Nueva Orleans en una película de Disney, ¡y no desentona ni un ápice!) . Se le perdonan todos sus infantilismos, ya que ante todo Tiara y el sapo se entrega a su público: Los niños.

Merece el Oscar a mejor película de animación, por encima de Up. Pero esa es otra historia.