domingo, 7 de marzo de 2010
Así que quieres ser escritor, ¿eh?
a pesar de todo
ni lo intentes.
a menos que te salga por voluntad propia
del corazón y la mente y la boca
y las entrañas,
ni lo intentes.
si tienes que permanecer horas sentado
mirando la pantalla del ordenador
o encorvado sobre la
máquina de escribir
en busca de palabras,
ni lo intentes.
si lo haces por el dinero o
la fama,
ni lo intentes.
si lo haces porque quieres
mujeres en la cama,
ni lo intentes.
si tienes que sentarte y
rehacerlo una y otra vez,
ni lo intentes.
si sólo pensar en ello ya te cuesta trabajo,
ni lo intentes.
si quieres escribir como algún
otro,
olvídalo.
si tienes que esperar a que salga de ti
con un rugido,
entonces respira tranquilo.
si no llega a salir de ti con un rugido,
dedícate a otra cosa.
si primero se lo tienes que leer a tu esposa
o a tu novia o a tu novio
a tus padres o a quienquiera que sea,
no estás preparado.
no seas como tantos otros escritores,
no seas como tantos otros miles de
personas que se llaman escritores,
no seas soso, aburrido y
pretencioso, no te dejes consumir por el
narcisismo.
las bibliotecas del mundo
se han dormido de aburrimiento
con los de tu calaña.
no lo empeores.
ni lo intentes.
a menos que te salga
del alma como un cohete,
a menos que creas que la inactividad
te llevaría a la locura o
al suicidio o al asesinato,
ni lo intentes.
a menos que el sol en tu interior te
abriese las entrañas,
ni lo intentes.
cuando de veras sea la hora,
y si estás entre los escogidos,
cobrará vida por
sí mismo y seguirá cobrándola
hasta que mueras o muera
en ti.
no hay otra manera,
ni la hubo nunca.
Charles Bukowski
lunes, 22 de febrero de 2010
Criticanción #1 Avatar
Corcho. - Criticanción #1 Avatar
Cuando he entrado en la sala,
Me he sentado en la butaca,
Me he colocado las gafas
Y he respirado ese olor.
He sentido que en pantalla,
Algo grande iba a pasar.
La decepción ha sido comparable
A cuando mi madre reveló ser Baltasar.
Tras los 10 primeros minutos,
De asombro y de fascinación,
El tedio se hace presente,
La estereoscopia ya no me sorprende.
Muchas formas y colores,
Mucho bosque y mucho robot,
Pero si detrás no hay nada,
Duele el precio de la entrada.
Avatar,
A mí no me la das.
12 años en producción
Y no tienes ni guión.
Cameron,
Esto es un ultraje.
Llamar a un bicho azul Neytiri
No es construir un personaje.
Una risilla nerviosa,
Se me escapa cada vez
Que el coronel Miles Quaritch
Suelta alguna de sus frases.
Todo parece un refrito,
Nada brilla con luz propia,
No me creo que un diente de león
Cambie el curso de la historia.
Disfruté con Terminator,
Me encanta Terminator 2,
Hasta Aliens el Regreso,
Eso sí que es buen cine de acción.
Pero esto no lo compro,
Sudo de los premios y de la taquilla,
Dicen que es entretenimiento,
Y yo digo que es perfidia.
Avatar,
A mí no me la das.
Nos vendiste la revolución
El 3D no hace el guión.
Cameron,
Esto es un ultraje.
A base de copy&paste
No se construye un personaje.
Me da igual que mueran,
Me da igual que ganen,
Me da igual el obvio mensaje
Medioambiental.
Todo es tan falso,
Todo es tan artificial,
Todo es tan plano
Aunque sea tridimensional.
Avatar,
A mí no me la das.
12 años en producción
Y no tienes ni guión.
Cameron,
Esto es un ultraje.
Llamar a un bicho azul Neytiri
No es construir un personaje.
domingo, 7 de febrero de 2010
Cuento tiempo
En estos tiempos en los que se ensalza el realismo de las criaturas creadas por ordenador y de la inmersión que ofrece el 3D, Disney me mete en su película bidimensional y hace que me crea a sus personajes. Porque ante todo es una película Disney con todo lo que eso conlleva: Animales que hablan, canciones con rimas en infinitivo y sintaxis extrañas (debidas a la traducción a nuestro idioma), valores marca de la casa y muchos colorines. También conservan sus momentos de crueldad que pueden traumatizar a cualquier niño. Pero todo esto funciona con un buen guión (sorprendentemente fresco sin despegarse de la fórmula tradicional) y un gran apartado visual y musical (Jazz de Nueva Orleans en una película de Disney, ¡y no desentona ni un ápice!) . Se le perdonan todos sus infantilismos, ya que ante todo Tiara y el sapo se entrega a su público: Los niños.
Merece el Oscar a mejor película de animación, por encima de Up. Pero esa es otra historia.
martes, 19 de enero de 2010
Dos películas que he visto hoy...
Esto me da excusa de sobra para aunar las dos pelis en una misma entrada, ya que quería hablar de ellas pero de ninguna quiero decir demasiado.
Por un lado, Fantastic Mr. Fox me ha supuesto una decepción personal. Conecto con el cine de Wes Anderson, me encanta, lo disfruto y lo defiendo como el que más; aunque estoy de acuerdo con las críticas que más se repiten en torno a su obra, veo como una virtud lo que otros ven como defecto. Sin embargo, la belleza de las imagenes de esta adaptación del cuento de Roald Dahl no me permite olvidar el guión absolutamente plano y que no me ha despertado ningún interés. Todas las claves de estilo de Anderson están ahí, y sí, estética y técnicamente es una maravilla, pero en lo demás falla. No me he aburrido, ya que aparte de lo mencionado ciertos personajes me han gustado mucho y la banda sonora sigue al nivel habitual.
De Un Prophète sólo diré que es una de las mejores películas del año, perfectamente ejecutada, con un par de escenas que duelen y un personaje principal tremendo. No se hacen largas sus dos horas y media porque Audiard maneja los tempos de manera envidiable, y todos los elementos están al servicio de la historia. No he visto nada más de este director, pero me lo apunto en la lista de prioridades.
lunes, 18 de enero de 2010
The Invention of Lying (Ricky Gervais & Matthew Robinson, 2009)
Ricky Gervais es uno de los mejores cómicos en activo. La obra maestra de la televisión The Office y la también grande pero no tanto Extras, lo atestiguan. Aunque mi verdadera esperada fuera (y es) Cemetery Junction, con Stephen Merchant de co-creador, las expectativas de cara a The Invention of Lying no eran pocas: Ricky Gervais junto a un tal Matthew Robinson recreando un mundo en el que las personas son incapaces de concebir tipo alguno de mentira (incluyendo las mentiras por omisión)... hasta que llega nuestro protagonista, encarnado por Gervais, y da con el secreto del éxito: "decir lo que no es".
Y bien, yo tampoco voy a mentir. La película tiene múltiples fallos, es irregular, adolece de personajes planos y soluciones de guión muy desacertadas. Echamos de menos a Stephen Merchant (a pesar de su breve cameo) y echamos de menos Inglaterra. El humor marca de la casa de Ricky Gervais, aunque reaparece (de manera explícita) en ciertas ocasiones, se encuentra tremendamente diluido y adaptado a los cánones americanos de la comedia. La genialidad de The Office está ahí, sabemos que está... pero no termina de salir a la superficie. Esto nos da dos o tres momentos brillantes (cuando la película arriesga), sepultados por otros tantos bastante mediocres.
La recreación de un mundo en el que sólo se dice la verdad está muy cuidada y, aunque ciertos detalles chirrían, consigue hacerse verosímil a ojos del espectador. Sin embargo este universo sólo es una excusa para plantearnos los verdaderos temas de la película, que van desde la propia naturaleza de la mentira hasta el existencialismo, y que sin duda son lo más interesante de este trabajo. Es una lástima que los convencionalismos y artificiosidades lastren estos planteamientos, que viniendo de quien vienen podrían haber dado lugar a una película brillante, pero parece que sin Merchant, Gervais no se atreve a sacar toda esa acidez y renegrura que caracterizan a sus anteriores obras.
En definitiva, película que (a pesar de todo) merece la pena ver, y de paso apagar las ansias de cara a Cemetery Junction.
domingo, 17 de enero de 2010
¿Por qué estoy viendo los Globos de Oro...
Y justo ahora Avatar acaba de ganar el Globo de Oro a la mejor película. Y lo peor no es eso, sino que era de esperar.
Me voy a la cama.
martes, 12 de enero de 2010
El laberinto kafkiano del culturófago
Por no hablar de los DVDs originales, atesorando más de doscientos en mi colección (que para no disponer de ninguna independencia económica no está mal), de los que por cierto aún hay cinco o séis que no he visto y alguno de ellos incluso conservan el precinto. ¿Cómo puedo ser tan desgraciado? Me gasto doce putos euros en Kagemusha y ahí la tengo sin ver. Imagínate que me da por ponerla y descubro que por lo que sea el disco está jodido y no va, y el período de garantía se ha pasado hace eones... no entiendo mis compras a veces: ¿Por qué coño me gasté 80 eurazos que había ahorrado como un campeón en la edición de maletín de Blade Runner? La peli mola y tal, y me gusta mucho, pero no tanto tanto como para hacer tal barbaridad.
Pero bueno, tengo suficiente tiempo por delante y ya iré viendo las pelis y leyendo los libros... la música es más fácil aunque sigue siendo otro berenjenal, pero bueno, puedo escuchar discos pendientes mientras escribo esto y hago otras cosas, aunque algunos exigen una dedicación casi exclusiva... joder, como ponerme con las putas series. ¿A quién coño se le ocurre hacer series de 50 minutos el capítulo? Que si Los Soprano, que si The Wire... menos mal que las temporadas de South Park y de Dexter terminaron ya, menos mal que decidí dejar de ver In Treatment por parecerme un coñazo. Aún así no sé como tengo la osadía de combinar tantas, y las que me quedan. La cuestión es que merezca la pena, porque por The Wire me hipotecaba los ojos, para que nos vamos a engañar.
Luego ten tu vida social, tus momentos de esparcimiento, tus horas de sueño necesarias y tus domingos de resaca; ten tus horas de trabajo y de estudio... y también tus horas para discutir todo eso que has visto, que has leído y que has oído, bien sea en una conversación inteligente que te aporte cosas o con algún estúpido ignorante para pasar un rato entretenido, todo forma parte de lo mismo. Y qué coño, jugar a la consola, que no sé si será arte o no, pero cómo enganchan el maldito Rock Band y el Fallout 3. Después ponte con tu guitarra, ensaya con tu grupo, ponte a escribir tus blogs, tus relatos y tus guiones y, en definitiva, todo lo que forma parte de la faceta de tu vida más pasional y que no te atreves a llamar arte por lo deformado del término. Disfruta el malgastar dos preciadas horas y seis preciados euros en un bodrio y disfruta esos momentos en los que la pantalla, el papel o el altavoz te sonríen desde los adentros. Esta es la vida que hemos elegido.